Ganadores y menciones honrosas año 2013

Silencios La aspereza que sintió en el contacto de su piel con el pasamano de madera cuando estaba subiendo la aparente larga escalera, la perturbó más de la cuenta. No era el pasar del tiempo que le incomodaba en los pocos segundos que unían el primero con el último de los escalones. Fue sin duda, a pesar de su incredibilidad, el disgusto de asumir que el descuido era el primer paso para la entrega de la inexistencia del tiempo y con ello, para las bondades de la muerte. Ya habían pasado muchos años desde que pisara por última vez aquella casa; sus recuerdos le remitían a una pulcritud y perfección única en cada rincón de la vivienda. Pero los pocos intensos segundos se pasaron rápido demás, y Emilia ya se encontraba al acecho de la recámara de su abuela, donde brillaba apenas, una combatiente llama de una casi acabada vela. El piso recrujió suficientemente fuerte para robar un suspiro de quien estuviera hace poco durmiendo en una cama que parecía demasiado grande para ese cuerpo antes tan vigoroso. Emilia sabía de la alegría del momento y luchaba con la eternidad de una tristeza venidera. Apenas entró a la habitación, sus ojos encontraron los de doña Bárbara. No se dijeron nada, la verdad, nunca precisaron decirse muchas cosas en sus vidas, los silencios entre Emilia y su abuela habían sido siempre su punto de encuentro, y ahora, ambas sabían que ese silencio se prolongaría mucho más de lo imaginable.

Segunda mención honrosa: Gonzalo Rodrigo Díaz Crovetto (Docente del Departamento de Antropología)

Made with FlippingBook - Online Brochure Maker