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Vulnerabilidad de acuíferos de la subcuenca del Río Maullín…

Norpatagónico (Parada et al ., 1997) compuesto por unidades de tonalitas de edad paleozoico; granodioritas y granitos de edad cretácicas (Munizaga et al ., 1998) y en menor proporción, existe un evento Eoceno-Mioceno diorítico, tonalítico y granítico (SERNAGEOMIN BGRM, 1995; Parada et al ., 1997). En cuanto a los depósitos volcánicos presentes en esta cordillera, varían entre composiciones andesíticas a basálticas producto del arco volcánico actual (Vn. Calbuco). Por otro lado, las unidades volcanosedimentarias están caracterizadas por las Fm. Pichicolo de edad Jurásico Cretácico (SERNAGEOMIN-BGRM, 1995); Estratos Lago Ranco de edad Cenozoico (Campos et al ., 1998) y Fm. Ayacara de edad Mioceno temprano a medio (SERNAGEOMIN-BGRM, 1995; Encinas et al ., 2008). Finalmente, sobreyacen a todas las unidades presentes en esta morfoestructura los depósitos piroclásticos andesíticos a dacíticos holocenos, que han sido expulsados por los complejos volcánicos ubicados en el sector (Pizarro, 2019). El lecho del Río Maullín se emplaza en una superficie predominantemente plana, debido a la presencia de la Depresión Central. Su curso superior presenta un ancho que varía entre 60 y 100 metros, su curso medio situado a 45 km de su nacimiento, presenta un salto de 1,5 metros que obstaculiza la navegación , dando como resultado que sea navegable hasta Puerto Toledo, situado en la ribera sur a 35 km de su desembocadura. En los siguientes 25 km sigue un cauce de 50 a 60 metros de ancho, finalmente el cauce se ensancha a 200 y hasta 600 metros de ancho, conservando una profundidad media de 3 metros. En su evolución geomorfológica desde su nacimiento en el Lago Llanquihue hasta su desembocadura en el Océano Pacífico, se puede apreciar lo anteriormente mencionado en los perfiles elaborados (Figura 48 y 49), cercano a su nacimiento se logra apreciar una mayor incisión en el terreno producto de la erosión del sustrato por parte de cuerpo fluvial, con la presencia de abundates terrasas fluviales a los costados de éste, mientras que a medida que se desplaza hacia su estuario, su curso incrementa su ancho sustancialmente, con la presencia de una menor insición en el terreno presentando tanto terrasas, como barreras laterales y longitudinales en sus costados y en su centro respectivamente. Este cambio en el ancho del

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