TTE148

Control estructural en la generación de caída de rocas…

una arcilla puede alcanzar altos valores de presión. Madsen y Müller-Vonmoos et al. (1985)

y Pusch et al . (1990) realizaron diversos experimentos a arcillas, como lo son la caolinita

clorita-illita-montmorillonita, para calcular las presiones de hinchamiento de estas, llegando

a valores de entre 700 a 2500 kPa. Es importante mencionar que tanto en FZ-L1 y FZ-L2,

definidas como caída de rocas, y FZ-L3, definida como avalancha de roca, se identificó la

mineralogía arcillosa. Sin embargo, solo FZ-L3 presentaba vermiculita, arcilla ya definida

como expansiva, lo que puede tener relación con la magnitud de la remoción. Es importante

señalar entonces que tanto la alteración hidrotermal y la mineralogía arcillosa, considerando

la presencia de la zeolita laumontita, son indicadores de una debilidad litológico-estructural

en la roca y promueven el desarrollo de REM ante eventos, por ejemplo, climatológicos

debido a las propiedades expansivas-compresivas que estas presentan, o sísmicos debido al

debilitamiento rocoso producto de la alteración hidrotermal o la misma mineralogía arcillosa.

Pese a lo anterior, no es posible hablar de cuál es el factor que afecta más frente a la

generación de un evento de REM, por lo que es importante considerarlos bajo el grado de

influencia, pero se propone que las propiedades de las arcillas serían uno de los principales

factores que controlan el desarrollo de REM de este estudio.

6.2. ANÁLISIS ESTRUCTURAL

El análisis estructural fue dividido en dos partes: la primera buscando analizar el

contexto estructural del sector, y la segunda busca comprender la relación del mismo con las

REM del área de estudio. Los datos estructurales obtenidos de los trabajos de campo

presentaron una gran dispersión, considerando a estos como datos heterogéneos (Figura 37

y Figura 38). En la zona de estudio existe evidencia de la presencia del cruce de dos Sistemas

de Falla, uno más antiguo, pre-Andino, que corresponde a las ATF, y otro correspondiente al

SFLO, ambos definidos por varios autores como de carácter activo o reactivado ( i.e. Rapela

et al ., 2003; Pankhrust et al ., 2006; Glodny et al ., 2008; Cembrano y Lara, 2009; Hernández

et al., 2014; Pérez-Flores et al ., 2016; Sielfeld et al ., 2019). Las estructuras presentes en los

planos de falla nos sugieren la actividad de estas fallas, debido principalmente a salbanda de

falla y movimientos de tipo strike-slip, con presencia de microestructuras, definidas como

estrías paralelas y “ slickenfibers ”, en conjunto con la minera logía de alteración (Chl + Ep +

88