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Control estructural en la generación de caída de rocas…

Para los 3 casos estudiados, la descripción óptica de la roca huésped de la REM, la

alteración secundaria de los minerales y el análisis de laboratorio (XRD-SEM) de la salbanda

de falla para la fracción arcillosa fueron consistentes con filosilicatos relacionados con un

sistema hidrotermal poco profundo controlado a través de zonas activas de falla. La debilidad

en el intra-arco, asociado a los sistemas estructurales permite el flujo de los fluidos

hidrotermales que alteran la roca.

Esta mineralogía de alteración al ser más débil genera una inestabilidad en la litología,

favoreciendo la debilidad del macizo rocoso y la propagación de REM pendiente abajo

(Tardani et al ., 2016; Roquer et al ., 2017). Es importante considerar que el régimen

transpresional y de tipo strike-slip registrado en el dominio de intra-arco favorece la

migración vertical del magma y del fluido hidrotermal, promoviendo el desarrollo de

alteraciones hidrotermales dentro de zonas de falla de larga duración (Sánchez et al., 2013;

Pérez-Flores et al., 2016). Cabe destacar que los autores han estudiado y trabajado en la

relación de los sistemas hidrotermales someros con el control por sistemas de fallas activas

en el intra-arco (Pérez-Flores et al ., 2016; Tardani et al ., 2016; Roquer et al ., 2017). La

meteorización físico-química de la superficie de la roca promueve la formación de arcillas,

las cuales fueron encontradas en las 3 salbandas de los sectores analizados. La mineralogía

de arcilla encontrada corresponde a caolinita, paligorskita, sepiolita, celadonita, vermiculita

y clinocloro, por lo que la pared de roca está expuesta a una inestabilidad producto de la

mineralogía arcillosa debido a las propiedades expansivas que estas pueden presentar al

entrar en contacto con el agua, como lo es el caso de la vermiculita de FZ-L3,

desencadenando potenciales desprendimientos y/o avalanchas de roca que podrían estar

ligados a la condición de lluvia extrema. Diversos autores señalan que la mineralogía

arcillosa tendrá influencia en el favorecimiento de remociones en masa ante eventos sísmicos

o hidrometeorológicos (Brindley y Robinson, 1946; Brindley y Brown, 1980; Besoain, 1985;

Suárez, 1998; Middleton et al ., 2003). La vermiculita tiene una capacidad buena para

absorber agua y la caolinita que tiene una capacidad baja de absorber agua, cuya diferencia

genera inestabilidad y favorece el desprendimiento de los fragmentos rocosos (Besoain,

1985; Hillier, 1995). Estos minerales arcillosos hidratados pueden formarse durante una

circulación de fluidos meteóricos a lo largo de una red interconectada y permeable de

fracturas por reacciones de disolución y precipitación en la corteza superficial, lo que se

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