TTE232
3) CAPITULO III: MARCO TEÓRICO
3.1
Bases Teóricas
3.1.1
Hidrología
Etimológicamente hidrología proviene del vocablo griego “hidro” que significa agua y “logos” estudio; por tanto, es la ciencia que estudia el agua. No obstante, una definición más completa dice que: La hidrología es la disciplina que estudia el agua sobre y debajo de la superficie de la tierra, su existencia, distribución, circulación, sus propiedades físicas y químicas y su relación con el medio ambiente y con el ser humano. En resumen, es la ciencia que estudia la cuantificación de cada uno de los elementos del ciclo hidrológico, donde la precipitación junto con la evaporación son los elementos más importantes. Además, la hidrología hace uso de métodos estadísticos en el análisis e interpretación de datos sobre precipitación, caudales, etc. Empleado con mucha frecuencia para el diseño y ejecución de proyectos de ingeniería hidráulica aplicada al uso, manejo y la defensa contra los daños que ocasiona el agua (Villodas,2008) Es un proceso circular continuo del agua entre la tierra y la atmósfera, en la que el agua experimenta cambios tanto en su estado (sólido, líquido y gaseoso) como en su forma (precipitación, escorrentía superficial, agua subterránea, entre otros), provocado fundamentalmente por la energía solar y la gravedad (Fattorelli & Fernández,2011). El ciclo hidrológico es irregular, una muestra de ello son los periodos de sequias y de inundaciones que estamos tan acostumbrados que ocurran. Los elementos del ciclo hidrológico son: evaporación, precipitación, intercepción, infiltración, percolación, almacenamiento, escurrimiento y transpiración. Se inicia con la evaporación del agua de los océanos y la superficie terrestre, el vapor de agua es transportado por masas de aire hacia los continentes y se condensa en la atmósfera formando nubes, las cuales se transforman en precipitación, estas caen sobre la tierra o los océanos. No toda la precipitación llega al terreno, ya que una parte se evapora durante la caída y otra es retenida (intercepción) por la vegetación o por las superficies de edificios y al poco tiempo vuelve a la atmósfera en forma de vapor. Del agua que llega a la superficie del suelo, una porción queda retenida en huecos e irregularidades del terreno (almacenamiento superficial) y pronto retorna a la atmósfera en forma de vapor. Otra porción discurre sobre la superficie terrestre (exceso de precipitación) hasta descargar en ríos (escorrentía superficial), dichas aguas son conducidas a lagos, mares u océanos, donde se evapora o infiltra en el terreno. La porción restante de la precipitación penetra bajo la superficie del terreno hasta la zona no saturada o subsuelo (infiltración), donde regresa a la atmósfera por medio de evaporación y evapotranspiración. Por último, existe otra parte del agua infiltrada que por efecto de la gravedad puede percolar 3.1.2 Ciclo hidrológico
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