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“Iba a haber trabajo para la gente que quiera trabajar… () y la gente empezó a

trabajar.” (Entrevista n° 1, 2022)

Para este modelo económico, la existencia de la necesidad de salario supone una

ventaja para las empresas y sus ofertas de trabajo, donde dichas empresas requieren

de una “ejército industrial de reserva'', que el sector rural puede ofrecer. Para eso, el

capitalismo debe expandirse a zonas donde antes de su introducción, predominaban

formas trabajos no asalariadas (Calderón et al., 2013).

“De la llegada de las empresas, hubo un cambio grande sobre todo con el tema

del sueldo, porque antes no estaban acostumbrados a recibir un sueldo

mensual y después ya empezamos a comprar televisores, la radio, los

equipos.” (Entrevista n° 3, 2022)

Hubo una positiva percepción de los entrevistados hacia las empresas acuícolas, que

iba de la mano con la falta de trabajos remunerados en el sector. El hecho de recibir

un sueldo incentivó a las familias a incorporarse, y así, en algunos casos, evitar largos

viajes a otras regiones. Los primeros cultivos de choritos en el sector buscaban

incorporar a los propios vecinos, ofreciendo puestos de trabajo para aquellos que le

pudiera interesar, favoreciendo la aceptabilidad de estas nuevas dinámicas.

Cuando empezó (los primeros trabajos de Chorito), por ejemplo, “ustedes me

conocían a mí -oye trabaja conmigo estoy necesitando gente-, le daban la

posibilidad a personas conocidas que a otras personas… () En esos cultivos

donde te comentaba, se presentaban 20 personas y de las 20 quedaban 4 y le

daban prioridad a los de Teupa.” (Entrevista n2, 2022)

El amiguismo fue un factor importante para las empresas a la hora de contratar mano

de obra local. Las primeras instalaciones de Chorito pertenecieron a pequeños

empresarios del archipiélago, lo que favoreció la recepción de este.