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resistencia colectiva una vez que estos son entendidos como problemas políticos. Es

solo en ese entonces cuando las categorías morales usadas por los individuos se

transforman en una “pasarela semántica”. Pérez (2019) lo demuestra desde el caso

donde los pobladores, organizados en comités de viviendas, se encuentran en

obligación de mentir en las fichas que les entrega el Estado para postular a viviendas

sociales, esto debido a que las fichas se encuentran descontextualizadas hacia la

realidad la cual puede existir dentro del marco de personas sin hogares.

La noción de colapsos morales puede contribuir significativamente a las etnografías

políticas interesadas en explorar de qué manera los movimientos sociales sientan las

bases para que los individuos, a través de sus prácticas éticas, se constituyan como

subjetividades políticas. Desde una perspectiva antropológica, propuesto por el autor,

las categorías morales pueden ser usadas como indicadores los cuales nos

permitirían saber el cómo y bajo qué circunstancias emergen los movimientos

sociales, como en este caso, la dignidad opera como significantes políticos, donde las

colectividades que sufren alguna clase de exclusión, pueden articular, configurar y

dar contenido a las demandas por derechos, igualdad y reconocimiento.

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