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PLANTEAMIENTO DE LA OPORTUNIDAD 02.
En Chile según el Instituto Nacional de Esta dísticas [INE], existen 2.836.818 personas con discapacidad, las cuales enfrentan enormes desafíos día a día, dentro de ellas la sordera o discapacidad auditiva. La baja cantidad de intérpretes ha contribuido a que las personas sordas se vean limitadas en su desarrollo per sonal y educativo. Son muy pocos los centros educacionales que cuentan con programas de enseñanza en lengua de señas por lo que se reduce mucho la cantidad de dominantes del idioma, haciendo aún más difícil su formación educacional, y producto de esto mismo, tienen menos herramientas para su desarrollo integral. Actualmente de los 17,91 millones de chilenos, 712.005 tienen algún grado de pérdida de au dición. De ellas se estima que 179.268 tienen sordera total de acuerdo a las cifras oficiales del Servicio Nacional de Discapacidad, cifra del año 2021. Los niños usan la comunicación para aprender sobre el mundo, para relacionarse con otras personas, para expresarse, para pensar y para desarrollar sus ideas. Sin algún tipo de comuni cación, la mente y las capacidades de un niño sordo no podrán desarrollarse plenamente. La lengua de señas o lengua de signos es la lengua natural de las personas Sordas. Una len gua que como cualquier otra, posee y cumple
todas las leyes lingüísticas y se aprende dentro de la comunidad de usuarios a quienes facilita resolver todas las necesidades comunicativas y no comunicativas propias del ser humano, so cial y cultural. Existen muchos y excelentes tra bajos publicados por diferentes especialistas sobre la lengua de señas que demuestran cien tíficamente estas realidades. (Pérez de Arado, 2011). He observado que existe muy poca informa ción sobre la lengua de señas en los servicios públicos de salud, colegios, universidades, áreas de servicio al cliente, terminales de bu ses, paraderos de buses, ya sea piezas visuales o algún profesional que esté capacitado para poder comunicarse con una persona sorda. La mayoría de los oyentes desconocen las prác ticas sociales de las personas sordas, sus cos tumbres, tradiciones, valores e identidad. Tras la investigación y mi propia experiencia como persona sorda, existe una necesidad de que la sociedad en general conozca la lengua que usamos las personas sordas en Chile, la Lengua de Señas Chilena (LSCH) y su cultura. Debido a la poca comunicación que tengo con mis pares nace en mí la idea de poder incen tivar a las personas oyentes a que conozcan nuestra forma de comunicarnos y la cultura, específicamente a la comunidad de la Universi dad Católica de Temuco.
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