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sola pertenencia no le ofrece esa posibilidad. El único mecanismo de que dispone es hacer

efectivas las diversas relaciones individuales del jefe del grupo doméstico con otros

individuos de la misma comunidad o de otra” ( Stuchlik, 1999:159).

Queda sumamente claro en la etnografía de Stuchlik que la colaboración económica

entre miembros de unidades domésticas diferentes fue fundamental en la reproducción de los

grupos y que además adoptó diversas formas, entre otras tantas cosas por la incapacidad de

asalariar fuerza de trabajo para llevar a cabo la cosecha anual primordial. De este modo, la

compleja y en cierto modo oscura relación entre las afirmaciones por un lado de Stuchlik y

por otro de Bengoa & Valenzuela nos permite identificar determinados vacíos y/o

complejidades que aquí daremos lugar. Si damos razón y utilidad a las conclusiones de estos

autores tenemos un cambio sumamente súbito desde un entramado social extra-doméstico

indispensable para la reproducción de las unidades domésticas hacia una economía más bien

individualizada o familiar donde los autores observaron un repliegue de lo comunal o colaborativo a lo individual 8 .

Así, surgen bastantes preguntas interesantes que ya comienzan a poner de manifiesto

nuestro proceso de problematización, dejemos establecidas algunas preguntas ilustradoras

¿Estamos frente a un proceso de transformación en el seno de las economías de las unidades

domésticas mapuche? De ser así ¿Qué factores habrían condicionado esta transformación

sobre los preceptos económicos de colaboración económica constitutivos de las economías

domésticas mapuche? ¿Qué relaciones sociales se vieron transformadas y en virtud de qué

elementos? ¿Son antagónicas las conclusiones de estos autores? ¿Cómo emerge el

“individualismo mapuche” del que hablan Bengoa y Valenzuela? No obstante, problematizar

desde aquí supone una serie de implicancias epistemológicas que no se buscan reproducir

aquí, sobre todo queremos superar la visión esencialista asociada al culturalismo de comenzar

a observar la transformación de relaciones sociales desde abstracciones totalizantes como lo

es hablar de U na “ Economía M apuche” o de extrapola r procesos particulares a

8 Debemos aclarar que esta comparación podría tener varios alcances, pero aquí no se intenta con ello dar cuenta de una transición estricta, sino más bien se busca poner a disposición dos investigaciones realizadas en la misma provincia (Cautín), la cual muestra diferencias considerables en un rango de tiempo interesantemente corto, las cuales no necesariamente pueden estar relacionadas. Por otro lado es ineludible reconocer las muy distintas coyunturas históricas que en poco tiempo se desarrollan en Chile, mientras Milan Stuchlik realiza su estudio en un contexto democrático de Reforma Agraria, Bengoa y Valenzuela desarrollan su investigación en plena dictadura cívico-militar en ya entrado en vigencia el Decreto-Ley 2.568.

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