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La historicidad contemporánea en el mundo globalizado, con sus evidentes

particularidades, se ha visto considerablemente permeada por un proceso global, a saber; la

neoliberalización de la economía política capitalista . Este concepto, sumamente abstracto,

es traducible en una serie de aconteceres concretos, que expresan sus primeros atisbos

aplicados en Chile, luego del golpe de Estado que derrocó súbitamente al gobierno de

Salvador Allende. Para David Harvey

“el neoliberalismo es, ante todo, una teoría de prácticas político -económicas que afirma

que la mejor manera de promover el bienestar del ser humano, consiste en no restringir el libre

desarrollo de las capacidades y de las libertades empresariales del individuo, dentro de un

marco institucional caracterizado por derechos de propiedad privada, fuertes mercados libres

y libertad de comercio” (2017:6)

De este modo, desde 1975, ya escrito El Ladrillo , cuando el régimen neofascista de

Pinochet se decide por incorporar una serie de medidas solidarias con la teoría neoliberal,

particularmente las ideas reproducidas por Martin Friedman en Chicago, se comienzan a ver

las transformaciones hacia un creciente neolib eralismo “experimental”, posteriormente

llamado “el modelo”. Solo para ejemplificar someramente la afección concreta que tuvieron

estas disposiciones sobre la “vida mapuche rural” ; se establecieron medidas como el Decreto

Ley 2.568, de 1979, el cual se tradujo en la entrega de Títulos de Dominio individuales, y

con ello la delimitación irrestricta de los espacios asignados y cristalizados en el Título de

Dominio, pasando de una posesión comunal de la tierra, en teoría, mediante los Títulos de

Merced, a una posesión individual de la misma. Por otro lado, también este tiempo significó

la reapertura de las tierras mapuche al mercado de tierras nacional, es decir, su inclusión en

los procesos de arriendo y venta.

En términos del contexto concreto de emergencia y aplicación del Decreto-Ley 2.568, es necesario hacer una relación/esclarecimiento entre el neoliberalismo , en tanto doctrina 33 ;

y en cuanto a una dimensión empírico descriptiva, el patrón de reproducción del capital que

se articula con esta teoría de prácticas. Ya hemos dicho algunas cosas sobre el neoliberalismo,

33 Por doctrina entenderemos aquí el conjunto de ideas y principios defendidos por un movimiento intelectual/político/jurídico. La adopción de este definición general nos permite la amplitud necesaria para reconocer doctrinas en relación con el concepto de ideología.

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