TTE269

2.4.1 Composición social de la unidad doméstica

Ahora continuemos examinando la caracterización de las unidades domésticas del

cuadro 4. Tan solo 1 de 15 no posee algún miembro dedicado a la agricultura, o más

pertinente, dentro de su composición no se encuentra un agricultor, este elemento es clave a

la hora de caracterizar las economías de las unidades domésticas de 1964, pues en el decurso

de las entrevistas etnográficas se observó que el principal ingreso de estas se desprende de la

actividad agrícola desempeñada.

Por otro lado, se puede ver que existe una diferenciación importante debido al

momento en el “ciclo biológico” que experimentan determinadas unidades domésticas, como

por ejemplo aquel grupo que carece de agricultores, pues se encuentra constituido por tres

mujeres y un joven, donde ni él ni nadie más del grupo pertenece al Comité de Pequeños

Agricultores (que veremos más adelante), pero este no se debe a que exista una disposición

consciente por no reproducir esta práctica económica, sino más bien por el momento del

espectro vital de la unidad en el cual se encuentra.

De este modo, el principal desempeño de los varones radica en convertirse en

agricultor, mientras que las mujeres desempeñaban labores al interior de la casa o en algunos

casos de huerta. Es común que la gente en Juan Ailla Varela suela decir “ la mujer siempre

fue de la casa, el hombre siempre fue del potrero ” , lo cual grafica con extraordinaria claridad

la relación de complementariedad entre el trabajo del varón y de la mujer. Veamos

rápidamente las proyecciones que solían darse durante esta época en términos de género.

En el proceso de las entrevistas etnográficas surge el relato acerca de las disposiciones

sostenidas por los/las jefas de hogar respecto de la educación de sus hijas, pues no se solía

fomentar el desarrollo serio y continuado de sus estudios debido a que existía un horizonte

conocido en la reducción donde gran parte de las mujeres se desempeñaba como dueña de

casa, y quienes salían de la reducción trabajaban como auxiliares de aseo en casas. “M ucha

gente decía que darle estudio a una mujer era gastar dinero, si después igual se iba a casar e

iba a tener hijos, y se iba a quedar en la casa ”, recuerda doña Bernarda Ahilla. Así, las

principales labores de la mujer dueña de casa podían ser desde el cuidado de las aves, la

huerta, mantener la higiene y el orden en el hogar hasta cocinar los alimentos.

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