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Otro punto de relevancia es que aquellos sitios de los que no se tiene la información

suficiente son los que, por consiguiente, menos atención han tenido, y en el mejor de los casos son

considerados solo como antecedentes locales.

Además, de acuerdo con la información revisada, se interpreta que algunos de los sitios

que menos relevancia social o científica han logrado son aquellos que no han tenido una

intervención profesional adecuada, y han sido afectados por la excavación irregular e ilegal, que

afectaron de forma parcial o total los sitios. En ciertos casos, algunas estas piezas han sido

entregadas con posterioridad a algún investigador o museo. Estos hechos si bien ocurrieron con

mayor frecuencia a fines del siglo XIX y hasta mediados del XX, no han desaparecido y son

frecuentes los comentarios de hallazgos arqueológicos sin denunciarlos a las autoridades

correspondientes. Por lo que estos hechos se suman a la larga lista de tipos de afectaciones al

patrimonio arqueológico y forma parte una realidad en que el patrimonio arqueológico sigue

siendo afectado de forma grave.

De acuerdo a lo que hemos revisado, el Patrimonio Arqueológico ha estado expuesto a

constantes afectaciones que han mermado la posibilidad de conocer más acerca de nuestro pasado

y han resultado en el deterioro y pérdida del mismo. Por tanto, se encuentra en un estado de

vulnerabilidad, debido a los constantes riesgos producto de las acciones humanas que lo afectan

negativamente.

Uno de los principales fenómenos que lo han afectado, son la intervención extensa e intensa

de los subsuelos, producto de los cambios de uso de suelo no regulados que no cuentan con un

estudio arqueológico preventivo.