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reforzar los mecanismos de protección actualmente existentes, y revalorizar el patrimonio

arqueológico.

Por ello ideamos propuestas iniciales para el ámbito de la gestión patrimonial, con bases

en lineamientos teórico - metodológicos desde la Arqueología Preventiva de Planeamiento o APre

(Querol, 2020), en donde se plantean tres fases de procedimientos:

1) Primera fase compuesta por procedimientos ligados directamente al planeamiento y

trabajos predictivos, que buscan establecer categorías de suelos, es decir, crear “Zonas de

Reservas” correspondientes a lugares donde existen sitios arqueológicos que conservar,

convirti éndose estas zonas en suelos protegidos, y crear “Áreas de Cautela” que

corresponden a zonas donde existe la sospecha fundada de que pueden existir sitios, en

estos espacios deberá haber un tratamiento especial del mismo (Querol, 2020, p. 239).

2) Segunda fa se está dirigida a “proyectos en obra, en donde se deberán realizar trabajos de

prospecciones exhaustivas y sondeos arqueológicos” (Querol, 2020, pp. 239 -240), ante la

aprobación de cualquier obra o movimiento de tierras en Áreas de Cautela que puedan

afectar sitios arqueológicos, así también se pueden convertir las áreas de cautela en Zonas

de Reserva en caso de detectarse un sitio en el lugar (Querol, 2020, p. 232).

3) “Tercera fase de integraciones e intervenciones arqueológicas” (Querol, 2020, p. 240), en

caso de existir un sitio arqueológico en el terreno intervenido por las obras y que estas no

puedan ser detenidas. Las integraciones se refieren a las “medidas necesa rias para que las

obras que han de realizarse forzosamente, integren sin alterar los espacios seleccionados

como Zonas de Reservas” (Querol, 2020, p. 232), es decir, que formen parte del espacio

construido en modo de hacer coincidir los sitios con zonas verdes o estacionamientos y se

mantengan sin excavar en el subsuelo, por ejemplo. Y las intervenciones se refieren a la