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(Salazar, 2019), sumado además que se presentan capas de arcilla subyaciendo estos estratos,

lo que causaría un efect o “tapón”, acumulándose el agua y aumentando las posibilidades de

la ladera a colapsar. Por otro lado, si existe un aumento del nivel del mar (producto de

periodos de tormenta) que llegue a cubrir los estratos del acantilado, estos se sobresaturarían,

y sumado el efecto del oleaje, generaría una inestabilidad total del afloramiento, causando su

colapso. Esto último explicaría las remociones ocurridas en mayo del 2019.

En Cerro Maule, las inestabilidades y las remociones en masa que se han evidenciado, han

sido originadas en su superficie, que es de suelo residual, más que en su base, y estas se han

desencadenado posterior y posiblemente durante eventos hidrometereologicos. Salazar

(2019) al estudiar este cerro, además de obtener es sus resultados deformaciones máximas en

su superficie, identificó una falla de orientación N23°W/74°E (Figura 65) que presenta una

fina capa de arcilla en su interior, la que estaría funcionando como conductora de agua y

como superficie de deslizamiento. Además agrega, que este tipo de suelo es altamente

inestable en condiciones de saturación.

Figura 65. Ubicación de la falla identificada por Salazar (2019).

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