TTE38
Se encuentra inserta en un ecosistema litoral con presencia de incipientes llanuras litorales y
dos cuencas hidrográficas: el río Budi y el río Imperial. La fragilidad del sistema natural está
determinada por la susceptibilidad a la erosión que presentan los relieves, producto del
proceso de deforestación sufrido en el área y la condición natural de los suelos. Por ello, los
procesos de erosión en manto, lineal, solifluxión y remoción en masa son una clara evidencia
en la sedimentación apreciada a orillas del Lago Budi y en Cerro Maule (Maldonado y
Arangua, 2011).
Esta zona presenta un clima templado oceánico lluvioso, con influencia directa del océano;
de acuerdo a la clasificación de Köppen, el clima es de tipo Cfb, es decir, oceánico con
influencia mediterránea, siendo templado húmedo en verano, con precipitaciones que oscilan
entre 1200-1400 mm en la costa y en los alrededores 1500 mm en la serranía interior. El mes
más seco es enero, con 30 mm de lluvia, mientras que la precipitación media en junio es de
205 mm, mes en el que tiene las mayores precipitaciones del año (Troncoso y Cartes, 2014).
Datos estudiados de la estación meteorológica de Puerto Saavedra, en relación con los
aspectos de precipitación diaria, duración de cada evento y precipitación acumulada, los
umbrales críticos para cada uno son 30 mm, 7 días y 90 mm, respectivamente (Salazar, 2019).
1.5.2. ANTECEDENTES GEOLÓGICOS
Según la carta geológica de Chile escala 1:1.000.000, generada por el SERNAGEOMIN en
el 2002, al este de la zona de estudio se encuentra la Cordillera de la Costa conformada por
el Complejo Metamórfico Bahía Mansa (PzTr4a), de edad Paleozoico-Triásico, compuesta
por esquistos pelíticos y semipelíticos, pudiendo encontrarse esquistos máficos y
ultramáficos. El estudio en detalle del complejo metamórfico en esta zona es escaso.
Luego de un largo hiatus , se aprecian secuencias sedimentarias marinas-estuarinas (Pl1m) de
edad pleistocena, compuestas de areniscas finas, areniscas limosas, limos y arcillas. Se
aprecian estratificación planar, laminación horizontal y estructuras de carga. Tanto en los
sectores orientales como en los occidentales, estas se encuentran cubiertas por suelos
residuales. En las cercanías de la desembocadura del río Imperial, se encuentran depósitos
fluviales del Pleistoceno-Holoceno, compuestas de gravas, arenas y limos (Figura 2).
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