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ADN de Lago Serrano, Laguna Verde y de Los Cisnes: un análisis…

la litología no es la misma, sino que se han reconocido rocas marinas de edad Eocena – Miocena correspondientes al Grupo Bahía Inútil, el que en su mayoría tiene concreciones calcáreas y, en menor cantidad, glauconita (Malumian et al., 2013), la circulación del agua por esta zona permite que ella adquiera iones como el calcio y magnesio respectivamente (Gutiérrez et al., 1998). Así mismo estas aguas bicarbonatadas cálcicas son características de zonas de recarga que han tenido un mayor recorrido que las bicarbonatadas magnésicas, mientras que las aguas bicarbonatadas cálcicas-magnésicas tienen una estrecha relación a la recarga reciente e incorporación de iones a través del material geológico con el que están en contacto (Padilla et al., 2012). La conductividad hidráulica juega un rol fundamental a la hora de hablar de circulación de fluidos por el sustrato. Este parámetro no es homogéneo en las tres series de suelo identificadas en el área de estudio, siendo mayor en la serie Porvenir (Tabla 9), por lo que la circulación de fluidos por este suelo, en comparación con las otras dos series de suelo, es mayor. Esto puede respaldar la idea del ingreso de una cuña marina proveniente del Estrecho de Magallanes en Laguna de Los Cisnes y no en los otros dos cuerpos de agua. Por otra parte, la baja concentración de cloruro y sodio en los esteros que alimentan a los tres cuerpos de agua y el pozo (Fig. 55), puede respaldarse con la existencia de una capa arcillosa compactada que actuaría como un estrato impermeable bajo la zona de mezcla de agua, lo que haría que la cuña se vuelva difusa hacia el norte y no interactúe con el agua de recarga en los esteros alimentadores. Se propone que dicha capa puede corresponder a varvas glaciares y que se ubicaría a unos 5 metros de profundidad, mientras que su origen tendría relación con la formación de cuencas glaciolacustres en el tiempo que se formaron las lagunas (Fig. 58). Este sedimento, al ser arcilloso, tendría una capacidad de infiltración mucho menor que a la de los suelos de las series descritas, por lo que este estrato impediría la propagación de la cuña salina. Por el contrario, esto no ocurriría en las zonas altas donde se depositaron sedimentos fluvio-glaciales y post-glaciales, ya que tienen un mejor drenaje, tal como lo propone Sáez (1994).

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