TTE46

Hallazgo de ocoítas con mineralización de cobre en Lonquimay: Implicancias Metalogénicas

De acuerdo a datos experimentales de Page (1938), es factible que el transporte de

cobre haya sido mediante fluidos clorurados (ricos en Cl) con pH cercano al neutro. Dado

que la solubilidad del cobre y la prehnita disminuye cuando el pH del fluido aumenta (Wells,

1925; Page, 1938;Rusinov, 1966 ;Hall et al ., 1989). Esto ocurre durante la oxidación de

magnetita a hematita (martitización) de la roca de caja (Surdam, 1968; Hall et al ., 1989),

generando así las condiciones reductoras necesarias para la precipitación del cobre nativo en

paragénesis con la prehnita en las ocoítas de Lonquimay.

Respecto a la proveniencia del cobre en los fluidos hidrotermales, dos hipotesis son

descritas por diversos autores (Wells, 1925; Page, 1938; Surdam, 1968 ;Hall et al ., 1989;

Bornhorst, 1997; Brown, 2006). (1) La fuente del cobre seria un cuerpo magmático o un

sistema hidrotermal más profundo, enriquecido en cobre, que por lixiviación habrian

ascendido por fracturas estos fluidos con cobre. (2) Corresponderian a fluidos generados por

metamorfismo, produciendo fluidos por deshidratación y lixiviación de minerales

preexistentes de rocas profundas.

Es razonable que sean fluidos magmáticos más profundos o de rocas circundantes,

dado que de acuerdo al trabajo de Suárez y Emparán (1997), en la zona exiten cuerpos

intrusivos con sulfuros de cobre, siendo el Plutón Galletue el más cercano y de mayor tamaño,

por lo que podría ser una fuente de fluidos ricos en cobre por procesos de lixiviación. La

ausencia de sulfuros, como calcopirita, en la mena y roca de caja permiten desestimar una

proveniencia del cobre por lixiviación supérgena desde las ocoítas, o rocas aledañas. La

ausencia o cantidades muy bajas de azufre en estas rocas tambien es consistente con la idea

de que es un sistema rico en cobre, pero pobre en azufre (Wells, 1925; Page, 1938).

Por otro lado, Brown (2006) relaciona la mineralización de cobre nativo en la

peninsula de Keweenaw a procesos de extensión cortical, favorecido por un mayor flujo de

temperatura basal y mayores profundidades (enterramiento), que sumado a la interacción de

aguas meteóricas habrian permitido la lixiviación, transporte y precipitación del cobre. Que

en consideración de la evidencia de metamórfismo de muy bajo grado reconocida por Suárez

y Emparán (1997) en la cuenca Cura Mallín, no permite descartar totalmente la hipótesis de

un origen metamórfico de la mineralización.

79