Gobernanza ambiental
P. Gutiérrez, N. Cabrera, K. Hermosilla y V. Huiliñir-Curío
del hotspots de conservación de biodiversidad de bosques templados (Mittermeier et al. , 2004). Todos estos elementos generan paisajes únicos, referidos a una porción de territorio heterogéneo compuesto por conjuntos de ecosistemas que interaccionan y se repiten de forma similar en el espacio. La utilidad del paisaje se explica por su esencia sintética e íntegra (Forman y Godron, 1986). Al respecto, uno de los componentes singulares de La Araucanía es el paisaje físico. Este representa el inicio en el paisaje chileno de la llamada Región Central Lacustre y del Llano Glacio-Volcánico, unidad geomorfológica que se extiende desde el Biobío por el norte hasta el canal de Chacao por el sur (Borgel, 1983). El componente geomorfológico que es de origen volcánico tiene un rol fundamental en la formación de los paisajes regionales; es por esto que una de sus características es la presencia de dos volcanes considerados los más activos de Sudamérica: el Llaima y el Villarrica. Otro elemento es la presencia de lagos de origen glacial. Esto, producto de la última glaciación hace aproximadamente 14.000 años. Un elemento de gran importancia en estos tiempos es la provisión de agua. Al respecto, en La Araucanía se encuentran tres cuencas hidrográficas principales: del río Biobío, río Imperial y río Toltén. Cada una de estas nace en la Cordillera de los Andes y baja hasta la desembocadura en el mar, pasando por ciudades y pueblos desde la precordillera, por el valle central y la Cordillera de la Costa. En relación al patrimonio natural, encontramos distintos tipos de ecosistemas terrestres. En Chile se reconocen 19 formaciones vegeta les que reúnen un total de 125 ecosistemas terrestres zonales descritos por Luebert y Pliscoff (2017). La relevancia en este aspecto radica en que la Región de La Araucanía corresponde a la transición climática entre las zonas mediterránea y templada, los tipos vegetacionales esclerófilo y caducifolio se entremezclan tanto en la zona costera como en la precordillera. La cordillera de la Costa alcanza más alti tud (cordillera de Nahuelbuta), lo que permite una mayor variación de la vegetación. En la zona costera y hasta la vertiente occidental de la cordillera de la Costa, se desarrolla primero un bosque lauri folio, el que es reemplazado por un bosque caducifolio dominado
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