La hermenéutica del sujeto curso en el Collège de France (1981-1982)
cioiial; y conocerse según esta alma, con seguridad no en cuanto actuamos de manera catártica, teórica, teológica o teùrgica sino de manera política.*^
Y un poco más adelante (esta vez en el comentario sobre el Gorgias), dice:
Al mismo tiempo se manifiesta también la sucesión de los diálogos. En efecto, una vez que. en el Alcibíades, nos enteramos de que somos alma y que esta alma es racional, debemos llevar a buen término las virtudes políticas y las catárticas. Puesto que hay que saber entonces, ante todo, lo que concierne a la política, nece sariamente nos explicamos este diálogo [el Gordas] según aquél [el Alcibíades] y luego, según este, el Fedón, en la medida en que contiene las virtudes catárticas.^ Creo entonces que tenemos aquí un punto que es muy importante, en el fon do, para toda la historia de esta tradición del gnothi seauton, y por consiguiente del Alcibíades, a través de la tradición platónica pero probablemente también en el pensamiento antiguo. Es esto: en el Alcibíades, que postula como se sabe el principio del “conócete a ti mismo” , vemos el germen de la gran diferencia ción que debe haber entre el elemento de lo político (es decir, el “conócete a ti m ismo” en tanto es la introducción a una serie de principios, de reglas que de ben permitir al individuo ser el ciudadano que debe ser o el gobernante que co rresponde) y, por otro lado, el “conócete a ti mismo” [que] apela a cierta canti dad de op e rac ion e s po r m ed io de las cuales el su je to debe pu r if ica rse y convertirse en su naturaleza propia, capaz de estar en contacto con el elemento divino y reconocerlo en él. El Alcibíades, por lo tanto, está en el principio de esta bifurcación. Y en la clasificación que O limpiodoro propone de los diálogos de Platón, o mejor: en el ordenamiento que propone, ubica entonces t\ Alcibíades en el punto de partida. Con un lado que se encauzaría hacia lo político, en el cual, por ende, lo sigue el Gorgias. Y además, por otro lado, la dimensión de lo catártico, de la purificación de sí mismo, y en ese caso tenemos el Fedón. En consecuencia, de acuerdo con O limp iodoro , la serie debería ser: Alcibíades-, Gorgias para la filiación política; Fedón para la filiación catártica. [Retomemos esos elementos.] En primer lugar, como ven, el privilegio del “conócete a ti m ismo” , como fundamento mismo de la filosofía, en esta tradi ción neoplatónica, con la absorción de la inquietud de sí mismo en la forma del autoconocimiento. Por consiguiente, primero: privilegio del “conócete a ti
* Ibíd., p. 541. 5 Ibíd,
Made with FlippingBook flipbook maker