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del mundo, en el expediente para la declaratoria de Monumento Histórico y en la

poesía lárica de Jorge Teillier.

Pues si la casa paso por una patrimonialización formal y hoy en día es reconocida

como Monumento Histórico por el estado de Chile, como por distintas personas

de la sociedad, no es necesariamente por el mérito del expediente, ni porque el

expediente contenga tales sentidos históricos que le dan un cuadro a la superficie

del lugar. Es por su valor simbólico y social.

Como he expresado, la casa se ha venido considerando y reconociendo como

patrimonio ya desde hace varios años atrás, acarreando consigo una diversidad

de sentidos y significados que emanan desde las mismas personas y que dan vida

y profundidad al inmueble, siendo que desde ellas aflora el afectivo y real valor

simbólico y social de aquel lugar donde vivió el poeta y a través de su memoria

y reconocimiento la casa permanece como eterna y parte de nuestra herencia

cultural, que nos expresa quienes somos y para donde vamos, contándonos

nuestra historia, mirando hacia el pasado, avanzando hacia el futuro,

resguardándose para el futuro, ya que el verdadero tesoro de la casa está

contenido en las olas de humanidad que la juzgan, siendo que la realidad traspasa

con creces mi oficio, los sentidos de unos especialistas y las definiciones

formales.

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