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necesidades que la producción doméstica no era capaz de abastecer (Café, azúcar,

aceite, etc.).

Dado que en el sistema-mundial el capital opera de manera diferenciada, pero no

desconectada, en distintas regiones del sistema-mundo, contribuye a que se generen

desarrollos desiguales entre países, es decir, para el caso de Chile las transferencias

de valor, de la mano de las empresas exportadoras provoca que parte de las

ganancias obtenidas sean llevadas a los centros capitalistas, esto sumado a que los

países dependientes deban producir bienes a un menor costo dada la estructura en

la que se mantiene un país (especialización productiva sobre materias primas y

alimentos):

“La producción de bienes agrarios o mineros, en general reclaman

composiciones orgánicas del capital bajas en relación a las prevalecientes en

los sectores industriales promedios, y mucho más si hablamos de la producción

de las economías desarrolladas ”. (Osorio, 2022 p.156)

Además, no existen movilidades que complejicen y tecnifiquen las producciones en la

economía nacional dependiente, donde el capital pueda moverse en distintas ramas

de la producción, sectores y economías, provoca que se limiten (o se mantengan

subordinadas) las transferencias de valor frente a los capitales hegemónicos del

sistema mundial.

Todo lo anteriormente planteado trae aparejado que las condiciones laborales

dependan de las condiciones de subordinación de la división internacional del trabajo,

generando consigo un intercambio desigual entre las economías dependientes y

centrales, y además condiciones de superexplotación de la fuerza de trabajo que se

ven perjudicadas por los contextos más amplios (Osorio, 2022).

Se evidencia, contrastando las entrevistas y encuestas realizadas, una mayor

relevancia de los productos domésticos para el contexto previo. En el caso del

momento actual, donde prepondera el trabajo asalariado, el trabajo doméstico queda

como un complemento de este, es decir, se aprovecha en la medida de su posibilidad

de tiempo y espacio que destina cada unidad doméstica actualmente. Se puede decir,

siguiendo las ideas que Wallerstein (2005) plantea que donde priman dos fuentes de

ingreso distintos, o sea el trabajo asalariado y el trabajo doméstico, opera una

disminución del salario por debajo de su valor. Esto se puede reflejar en que gran

parte de los encuestados que trabajan en las empresas acuícolas (a excepción de

una persona), convive con el sueldo mínimo de acuerdo a los límites que pone el