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Petro logía e implicancias tectónicas de las rocas ígneas del antearco…

7.5.1. Implicancia estructural y modelo de profundidades.

La asociación de rocas volcánicas y plutónicas tanto en Chile como en Argentina

con signaturas asociadas a un arco en todo el margen suroccidental de Gondwana, permite

discutir un arco volcánico doble producto de la reanudación del magmatismo de arco

durante el Eoceno superior, posterior a un magmatismo puramente intraplaca continental

entre el Cretácico Superior y el Paleoceno (Fernández Paz et al., 2018). Esta configuración

sugiere condiciones extensionales, que explicarían la posible relación entre la Falla Chepu

y las expresiones magmáticas de Chiloé Insular.

El régimen transpresivo controlaría el emplazamiento del magma durante el Eoceno

superior, donde, el retroceso de la losa de la placa Farallón promovió la extensión a lo largo

del margen sur andino (Charrier et al., 1996; Encinas et al., 2016). Este episodio extensivo

sería la transición hacia un evento de extensión generalizada en el Eoceno superior que

explicaría la volumétrica expresión de los basaltos Somún Curá en Argentina (Fernández

Paz et al., 2018). El régimen de transpresión con zonas estructurales extensivas se

sustentaría por la presencia de foliaciones NO-SE en rocas del basamento producto de

esfuerzos compresivos, sumado a que las trazas de la ZFB están orientadas en la misma

dirección de las foliaciones en el CMBM, siendo coincidentes con lo producido en primera

instancia por la subducción de la placa Aluk. El archipiélago de Chiloé se localiza en el

antearco, donde los esfuerzos estructurales principales serían compresivos, independiente

del ángulo de subducción y la oblicuidad en la convergencia de la placa oceánica.

El modelo de Riedel (1929) establece los escenarios de cizalle y aperturas

estructurales en transtensión o compresión (Figura 31). En Chiloé Insular se caracterizan

fallas que afectan al basamento metamórfico (ZFB, Figura 4) y fallas principalmente

cuaternarias que cortan las secuencias del Paleógeno – Mioceno. La Falla Chepu propuesta

por Henríquez Ascencio (2016) separa geográficamente la actividad magmática del Eoceno

en el segmento central de Chiloé Insular, de los episodios miocenos en el segmento norte

(CVA y CVGQ). Al observar la traza NO-SE propuesta, con la disposición de las Andesitas

Punta Gaviota y Pórfido Dacítico Gamboa se podría explicar una transcurrencia asociada a

las fallas del basamento (Aguilera et al., 2014) que posteriormente afectaron al bloque de

Chiloé en el Paleógeno.

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