Gobernanza ambiental

Evolucióndelasprácticasdeplanificaciónyreflexiones sobreLaAraucanía

(2000) en la ciencia geográfica, el espacio toma diferentes formas de interpretación: el «espacio absoluto» se relaciona en mayor medida con estudios propios de la geografía clásica; el «espacio relativo» es estudiado, entre otras corrientes, por la geografía teorética; mientras que el «espacio relacional», próximo a enfoques sistémicos, está más emparentado con las denominadas geografías críticas. Lo anterior explica también los distintos enfoques que se entregan al planificar y ordenar el territorio, en el momento que reconocemos lo que en tendemos por «espacio». Por ejemplo, desde la geografía crítica, «el espacio es una construcción social» (Santos, 1996; Lefebvre, 1991; Soja, 1989), y se ofrece al conjunto de la sociedad que en él actúan como un conjunto de potencialidades de valor desigual, cuyo uso tie ne que ser disputado a cada instante, en función de la fuerza de cada uno (Santos, 2000). Lo anterior se relaciona con el espacio geográfico, que es una instancia de la totalidad social, en el mismo nivel y con la misma jerarquía que las demás (Santos, 1996; Soja, 1993). Es aquí donde el espacio pasa a tener relevancia, reconociéndolo, no como un espacio físico objetivamente existente, sino como una construcción social, es decir, un conjunto de relaciones sociales que dan origen y a la vez expresan una identidad y un sentido de propósito compartido por múltiples agentes públicos y privados (Schejtman y Berdegué, 2003) pasa a ser un espacio definido, producido y ordenado por acciones humanas. Durante siglos, se han tomado decisiones sobre este espacio, haciendo uso de elementos de la naturaleza: desde las antiguas formas de abastecimiento de agua de los romanos en el siglo iv dC, los antiguos sistemas de cultivo egipcios aprovechando las crecidas del Nilo, el Landshaft alemán en la Edad Media como forma de uso de la tierra. Estas acciones transformadoras del medio tienen implícitas consideraciones ambientales. El paisaje y el territorio han actuado durante años como unida des de análisis de la geografía, ambos se constituyen como construc tos humanos del espacio. El primero ha evolucionado en distintas interpretaciones, producto de la necesidad de los grupos humanos de integrar y nombrar sus distintos elementos (Crosgrove, 2002). El segundo se refiere a la soberanía o la jurisdicción de un país o sus

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