La hermenéutica del sujeto curso en el Collège de France (1981-1982)

pronuncia entonces e! veredicto: es la stultitia. Ahora bien, como ustedes saben, la descripción de la stultitia es una especie de lugar común en la filosofía estoi­ ca, sobre todo a partir de Posidonio.^ En rodo caso, Séneca la describe varias veces. La menciona al principio de esta carta 52 y, sobre todo, la describe al comienzo de De tranquillitate.^ Com o saben, cuando Sereno consulta a Séneca, éste le dice: bueno, voy a darte el diagnóstico que te corresponde, y te diré exactamente en qué estás. Pero para hacerte comprender con claridad en qué estás, ce describiré antes que nada el peor estado en que uno puede encontrarse y, a decir verdad, el estado en el cual nos encontramos cuando no hemos co­ menzado aún el camino de la filosofía, ni el trabajo de la práctica de sí.^ Cuando todavía no hemos cuidado de nosotros mismos, estamos en ese estado de stultitia. Así pues, la stultitia es, si lo prefieren, el polo opuesto a la práctica de sí. Ésta tiene que vérselas -com o materia prima, por decirlo de algún m o d o - con la stultitia, y su objetivo es salir de ella. Ahora bien, ¿qué es la stultitia^ El stultus es quien no se preocupa por sí mismo. ¿Cómo se caracteriza el stultus^ Si nos remitimos en particular al texto del principio de De tranquillitate,^ podemos decir lo si­ guiente: el stultus es ante todo quien está expuesto a todos los vientos, abierto al mundo externo, es decir, quien deja entrar a su mente todas las representacio­ nes que ese mundo externo puede ofrecerle. Representaciones que acepta sin examinarlas, sin saber analizar qué representan. El stultus está abierto al mundo externo en la medida en que deja que esas representaciones, en cierto modo, se mezclen dentro de su propio espíritu -con sus pasiones, sus deseos, sus ambicio­ nes, sus hábitos de pensamiento, sus ilusiones, etcétera-, de modo que es, en­ tonces, la persona que está expuesta a todos los vientos de las representaciones externas y luego, una vez que éstas han entrado en su mente, es incapaz de hacer la división, la discriminatio entre el contenido de esas representaciones y los ele­ mentos que nosotros llamaríamos, si ustedes quieren, subjetivos, que se mezclan C f. la clase dcl 20 de enero, primera hora, nota 54 {supra, p. 108) sobre este autor (a partir de Posidonio, las funciones irracionales del íiegemouikon se dan como irreductibles a las funciones racionales), ^ S(incca, De L¡ irantjuillité de l'áme, l (Sereno describe a Séneca el estado en que se encuentra), traducción de R. Waltz, ob. cit., pp. 71-75. ^ Esta descripción figura en el capítulo I I , 6-15 (ibíd., pp. 76-79). * Más que describir ei estado de stultitia a partir del solo texto de De traiujuillitate, Foucault efectúa aquí algo así como una síntesis de los grandes análisis de la stultitia a través de toda la obra de Séneca. Sobre este tema, al margen de los dos textos cirados por Foucault, cf. las cartas a Lucilio I, 3 (sobre la dispersión en el tiempo), 9, 22 (sobre el desgaste del yo), 13, 16 (sobre el desmenuzamiento de una vida incesantemente a punto de partir hacia sí misma) y 37 , 4 (so­ bre la permeabilidad a las pasiones).

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