La hermenéutica del sujeto curso en el Collège de France (1981-1982)

Clase del 27 de enero de 1982 Segunda hora

E l filósofo profesional de los siglos ¡ y II y stis elecciones políticas —E l Éufrates de las Cartas de Plinio: un anticínico —L a filosofía f i e r a de la escuela como práctica social: el ejemplo de Séneca —L a correspondencia entre Frontón y Marco Aurelio: sistematización de la dietética, la económica y la erótica en la dirección de la existencia —E l examen de conciencia. L l íS P IDO MIL PHRLXDNLS. Me había imaginado, de una manera un poco preten­ ciosa y quimérica, que si me tomaba dos horas para decir lo que quería decir ya no me rezagaría, dado que tendría bastante tiempo. Pero rezagarme debe ser para mí un modo de existencia: haga lo que haga, no logro ajustarme a mi uso del tiempo y la cronología que me había fijado. En fin, tanto peor. Querría hablarles un poco, con el apoyo de una serie de textos, (de la manera como] la práctica de sí fue un imperativo, una regla, un modo de actuar que tuvo, con la filosofía, los filósofos y la misma institución filosófica, relaciones muy privilegiadas. Naturalmente, fiaeron los filósofos quienes difundieron la regla misma [de esta práctica de sí], quienes pusieron en circulación sus nociones y sus métodos, quienes propusieron modelos. En la mayoría de los casos, fiaeron ellos quienes estuvieron en el origen de los tex­ tos que se publicaron y circularon, y que actuaban en cierto modo como manuales para la práctica de sí. No se trata en absoluto de negarlo. Pero me parece que tam­ bién hay que subrayar una cosa: que, en la medida misma en que esta práctica se difundía, el personaje del filósofo profesional -q u e siempre había sido recibido, al menos desde Sócrates, como bien saben, con moderada desconfianza, y había sus­ citado no pocas reacciones negativas- se volvía cada vez más ambiguo. Objeto, desde luego, de las críticas de los retóricos y también —cosa que va a ser aun más clara a partir del desarrollo de lo que se llama la segunda sofística,’ en el siglo II de ' La segunda sofistica debe su existencia culturiil ;i las Vidas de los sofistas de Filóstrato de Lemnos (principios dei siglo 111). Los sofistas, desde los grandes frescos de Piatón, siguen siendo esos 151

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