La hermenéutica del sujeto curso en el Collège de France (1981-1982)

no tiene las virtudes que pretende poseer.*" Bueno, paso por encima de todos esos textos. Me gustaría concentrar la atención en otro texto que me parece bastante inte­ resante, que es conocido pero en cuya interpretación creo necesario detenerse un momento. Es el famoso pasaje en la décima carta del primer libro de las Cartas de Plinio,^ pasaje consagrado a Éufrates.® Éste fue un filósofo estoico importante a quien vemos aparecer varias veces en distintos textos. En la Vida de Apolonio de Tiana, de Filóstrato, tenemos una muy curiosa e interesante confrontación entre Apolonio y Éufrates;^ volveremos eventualmente a la cuestión del Príncipe y el fi­ lósofo como consejero del Príncipe. En todo caso, en esta carta de Plinio, a pro­ pósito de ese importante personaje, ese importante filósofo que fue Éufrates, se lee lo siguiente: Éufrates vivía en Siria; PÜnio lo conoció cuando adulescentuliis militarem, es decir, cuando, muy joven, estaba no exactamente haciendo el servi­ cio militar sino ocupando un cargo militar. D e modo que es joven, pero no se trata, empero, de un niño o un adolescente en edad escolar. En ese mismo texto vemos que Plinio lo frecuentó, e íntimamente. Penitus et domi inspexi: lo vi, pude mirarlo, examinarlo penitus (a fondo) et domi (en la casa). Lo cual quiere decir, entonces, si no que compartió su existencia, sí al menos que tuvo con él un trato continuo que lo llevó a compartir una serie de momentos de la vida, de fases de la existencia con él. En tercer lugar, resulta evidente que hubo entre ellos una re­ lación afectiva intensa, porque Plinio dice que: Amari ab eo laboravi, etsi non erat 6 C f. el diálogo Philosophes à l'encan (traducción de Th . Beaupèrc, ob. cit.), presentado en la cla­ se del 20 de enero, primera hora. Plinio el Joven, Lettres, tomo I, traducción de A .-M . Guillcmin, Paris, Les Belles Lettres, 1927 [en lo sucesivo se hará referencia a está edición], libro 1, carta 10, pp. 21-23 [traducción caste­ llana: Cartas, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1963. do s volúmenes]. C f el análisis de este texto en M. Foucault, Le Souci de soi, ob. cit., p. 63. Éufrates de T iro , filósofo estoico del siglo I d.C., flie discípulo de Musonio Rufo. Filóstrato lo presenta como un personaje poco simpático: republicano dudoso, gran adulador y bajo calcula­ dor. Se sabe que tuvo que exiliarse a comienzos de la década de los setenta, cuando Vespasiano expulsó a los filósofos de Roma. Apuleyo cuenta, finalmente, que se suicidó a los noventa años, no sin haber pedido antes la autorización del emperador Adriano. Filóstrato, Vie d'Apollonius de Tyane, en P. GrimaJ (comp.). Romans grecs et latins, Paris, Galli- n».ird, 1963. col. “ Bibliothèque de la Pléiade” [traducción castellana: Vida de Apolonio de Tia- Uii, Madrid, Credos, 1992] (sobre la confrontación de los dos hombres, cf. libro V, capítulos 33 *38 , pp. 1198-1208: Éufrates, que afirma su adhesión a los dogmas estoicos, sólo reconoce como guia la inmanencia natural y se erige en defensor de la democracia y la libertad política, cuando Apolonio de Tiana - d e la escuela p latón ica- apela a lecciones suprasensibles y procla­ ma su adhesión al orden imperial, en el cual ve un garante de la propiedad y la seguridad).

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