La hermenéutica del sujeto curso en el Collège de France (1981-1982)

su origen haya sido la utilidad. Com o si hubiese debido ser tanto menos desea­ ble cuanto más útil fuera. O bien, como si hubiera una [relación de] exclusión entre la utilidad de la amistad (que es empero su inicio) y su deseabilidad intrín­ seca. Creo que no es muy difícil interpretar este texto y lo que quiere decir. La utilidad es la opheleiüy es decir, algo que designa una relación externa entre lo que se hace y la razón por la que se hace. La amistad es útil. Es útil porque pue­ de ayudarme, por ejemplo, si tengo deudas y quiero una ayuda financiera. Puede ser útil en la carrera política, etcétera. Así empieza la amistad, dice Epicuro. Vale decir que, en realidad, se inscribe en el régimen de los intercambios sociales y los servicios que vinculan a los hombres. Pero si, de hecho, tiene su inicio allí, en cambio - y es aquí donde está la oposición-, es hairete d i ’ heauten, o sea que hay que elegirla por sí misma. ¿Y por qué hay que elegirla por sí misma? La razón, me parece, es fácil de encontrar en la Sentencia Vaticana 39: “No es amigo ni quien busca siempre lo útil ni quien jamás lo une a la amistad: puesto que el pri­ mero, con el favor, trafica lo que se da en intercambio, y el otro corta las grandes esperanzas para el futuro” .^ Es decir que la amistad se va a volver hairete (desea­ ble) en sí misma no por una supresión de la utilidad sino, al contrario, por cierto equilibrio entre ella y algo distinto. No es amigo, dice esta Sentencia Vaticana 39. quien busca siempre lo útil y no busca más que lo útil. Pero tampoco hay que creer que es amigo quien destierra por completo la utilidad de la relación de amistad. Puesto que si se barre la utilidad de esa relación, si se la excluye, pues bien, en ese momento se suprime toda esperanza favorable para el futuro. De modo que, como problema de la amistad epicúrea, tenemos lo siguiente: en pri­ mer lugar, nacimiento en la utilidad; segundo, oposición entre la utilidad y la deseabilidad de la amistad; tercero y último, el hecho de que, pese a esta oposi­ ción, la amistad sólo es deseable si mantiene de manera constante cierta relación útil. Y esta combinación entre la utilidad y la deseabilidad radica en esto y se equilibra de la siguiente manera: “ De todos los bienes que la sabiduría procura para felicidad de la vida entera, el más grande es, con mucho, ia posesión de la amistad” .^ Y la Sentencia Vaticana 34: “No recibimos tanta ayuda de parte de los amigos, de la ayuda que procede de ellos, como de la confianza con respecto a esta ayuda” .® Vale decir que la amistad es deseable porque forma parte de la felicidad. Forma parte de la felicidad {makariotes), pero ¿en qué consiste en ésta? En que sabemos que, contra los males que pueden llegar del mundo,

^ Ibíd., Sentencia Vaticana 39, p. 257. ^ Ibíd., Sentencia Vaticana 27, p. 239. ® Ibíd.. Sentencia Vaticana 34, p. 257.

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