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cada 10 estudiantes de tercer año medio alcanzó el nivel básico según el Marco Común

Europeo de Referencias para las Lenguas, y sólo 11% de ellos logró comprender textos

sencillos y breves. Esto demuestra una realidad en la que aún existe mucho trabajo que hacer

en cuanto a la enseñanza del inglés como lengua extranjera, por lo que los esfuerzos deben

doblarse y continuar en la mejora de estrategias que eleven el nivel de inglés de los

estudiantes. Esto sirve como una muestra significativa de lo que puede provocar el uso

exclusivo de una lengua por sobre otra.

En tercer lugar, el alcanzar una cercanía con sus alumnos y al mismo tiempo acercarles a la

lengua meta como forma de motivación fueron también parte de los motivos mencionados

por el 24% de los participantes. Lo que se demostró con los dichos de algunos participantes.

En primer lugar, Danae se refirió a una necesidad de usar el español para ser cercano con el

alumnado:

“tienes que ser CERCANO, primeramente, tienes que hablar en español (...) Es

NECESARIO, por lo que te mencionaba, porque no TODOS tienen esta cercanía con

el idioma. (...)” (Danae, 25, Universidad 2).

De la misma forma, refiriéndose a la motivación, otro participante explicita la utilización del

español para lograr construir una relación con los estudiantes manteniendo una participación

activa entre ellos, afirmando lo siguiente:

“Construir el rapport es una buena relación entre los estudiantes y el profesor eh es

básico, es la base para cualquier clase (…) Si yo le digo ‘NO, en inglés, English

please’ no van a querer responder nomás, no se van a atrever” (Ismael, 24,

Universidad 1).

Esta motivación puede tener distintos orígenes, así como lo menciona MacDonald (1993,

citado en Añasco y Salha, 2014), cuando un profesor de inglés habla demasiado en la lengua

materna, los estudiantes pierden interés por la asignatura. Por otra parte, si los profesores de

inglés no utilizan la L1 en ningún momento de sus clases, se puede generar una barrera hacía

el curso también. Esto está estrechamente relacionado con los hallazgos mencionados por

Lantolf (2002) sobre la importancia de la necesidad de comunicación al momento de aprender