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“El ministro de Guerra y marina, Federico Errázuriz, reafirmaba tal posición al
sostener que la línea del Malleco había permitido internarse en territorios
araucanos para castigar los crímenes de los salvajes, sin limitarse a la defensa de sus ataques, como sucedía con la línea del Bío Bío” 59 .
De este modo, en las últimas décadas del siglo XIX, Chile se expandía por el
norte y por el sur; sus habitantes se sentían con una misión, el consolidar la
república forjada decenas años atrás por los héroes como O´Higgins, Carrera y
Rodríguez.
La cuestión de la Araucanía no se resolvió bajo una vía diplomática como sí
ocurrió con las naciones vecinas, fue llevada de la mano de la fuerza, la
intolerancia y la violencia de reducir a un pueblo a tierras cada vez menos
productivas.
Los mapuches, habían quedado en una situación desfavorable, no les quedo otra
oportunidad que someterse y reducir su poblamiento a las tierras entregadas por
el gobierno en las denominadas “ mercedes de tierra ”, así las comunidades fueron
estratégicamente instaladas entre haciendas y particulares, lejanas entre si
impidiendo la unión de sus componentes y de unas futuras alianzas.
Por otro lado, se les indicaba a los ingenieros militares debían realizar un plano
detallado del territorio encerrado por los ríos Malleco y Cautín y las cordilleras
de los Andes y de Nahuelbuta y que recorriera, en lo posible, el valle central
desde el río Toltén hasta Villarrica, a fin de establecer los puntos donde podían
levantarse fuertes para comunicar a los mapuches que habitaban a ambos lados del río Toltén 60 .
59 Memoria del Ministerio de Gu erra y Marina. 1868. Citado en “Historia del Ejército de Chile”. Tomo IV. Consolidación del profesionalismo militar. Fin de la Guerra de Arauco. 1840 – 1883. Pág. 259.
60 Saavedra, Cornelio. Op. Cit. Pag. 113.
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