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Desde la teoría feminista, se arranca desde la perspectiva de la crítica patrimonial,

considerándose que las narrativas sobre la nación, la identidad y la memoria no

dejan de ser puntos de vistas parciales en donde no todo el mundo es incluido

(Jiménez-Esquinas, 2014), por lo que se observa desde un enfoque teórico que

reflexiona en torno al patrimonio y su intrínseca problemática social, buscando

desentrañar su contenido patriarcal con apariencias de “neutralidad” (Jiménez Esquinas, 2014), entendiéndose que el patrimonio es una construcción cultural y que como tal está sujeto a las circunstancias y cambios históricos y sociales (J. Ballart & J. I´Tresserras, 2001; Ll. Prats, 2004). 13

Siguiendo a Joan Frigolé (1980), en Ll. Prats (2004), “la inversión simbólica es

también una manera de transformar la realidad. Las distintas versiones de la

identidad, patrimoniales o no, los distintos símbolos y sus distintas atribuciones

de significados se articulan, se complementan, se contradicen y compiten entre

sí” (p.38). Así podemos apreciar en el caso de la patrimonialización de la casa

de la familia de Jorge Teillier, en donde afloraron un abanico de valores entorno

al inmueble, por parte de distintos agentes sociales, de los que cada uno se

expresó atribuyendo diversos significados al inmueble, entre los cuales unos

aparecían, para ellos/as, como más importantes que otros, provocándose incluso

conflictos por valores de la casa que no quedaron representados en el expediente,

como el hecho de que la casa también cobijó a la figura de Iván Teillier Sandoval,

13 “Que el patrimonio sea una construcción social quiere decir, en primer lugar, que no existe

en la naturaleza, que no es algo dado, ni siquiera un fenómeno social universal, ya que no se

produce en todas las sociedades humanas ni en todos los periodos históricos; también significa,

correlativamente, que es un artificio, ideado por alguien (o en el decurso de algún proceso

colectivo), en algún lugar y momento, para unos determinados fines e implica, finalmente, que

es o puede ser históricamente cambiante, de acuerdo con nuevos criterios o intereses que

determinen nuevos fines en nuevas circunstancias” (Prats, 2004, p.19-20).

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