TTE235

Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, bajo el gobierno de

Sebastián Piñera, como también, se da la existencia de un cierto contexto social,

donde se promueve el patrimonio local, la poesía y figura de Jorge Teillier, a vez,

que existe una incertidumbre, ya que la casa pasó a ser declara en venta por lo

que su futuro se vio incierto por quienes les otorgan significados, valores y

afectividad.

Ahora, en cuanto a las representaciones patrimoniales, como activaciones de

determinados bienes culturales simbólicos de la identidad de un grupo social, se

debe poner énfasis en la cuestión clave de la selección, la que es producida previa

a la atribución de valor, siendo en este punto de selección, desde donde se pone

en marcha la maquinaria de gestión patrimonial (Ballart & I´Tresserras, 2001),

esto es claro en el caso de la casa Teillier Sandoval, la que si bien se considera

de valor e interés por diversos agentes sociales, entre otros tantos objetos

posibles, la casa fue seleccionada para que pasase por un proceso de puesta en

valor histórico, proceso desarrollado por un equipo interdisciplinar que tuvo que

investigar, fundamentar y dar contenido al expediente de puesta en valor de la

casa, seleccionando una serie de sentidos y significados posibles.

Por lo tanto, “hay que insistir en que no existe un criterio aséptico, diáfano ni

totalmente coherente, es decir, perfectamente válidos y universalmente

aceptados” (Ballart & I´Tresserras, 2001, p.18), “sólo la fe ciega fetichiza los

objetos y las imágenes creyendo que en ellos se deposita la verdad” (García,

1999, p.32). Es decir, las representaciones patrimoniales no son objetos sagrados

del pasado, ni de una cultura, y así es también en el presente caso, y es lo que se

considera como la invención social (Prats, 2004), un proceso de recomposición

del objeto donde la casa pasa de ser el hogar donde vivió la familia Teillier

Sandoval, a ser el puente que nos une con el pasado, la historia de Lautaro, la

poesía de Jorge Teillier y la memoria. La casa pasa a condensar significantes, tal

como un baúl que acobija un gran tesoro, y que pasan a ser parte de la puesta en

escena de su representación simbólica.

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