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los participantes ejercen el mismo grado de control sobre los procesos de la comunicación.

Los hablantes se dirigen la palabra desde posiciones sociales distintas y su diferente

colocación determina cómo lo hacen” ( 2001:80). Aún más concretamente, “ el poder decide

quién puede hablar, en qué orden, por medio de qué procedimientos discursivos y acerca de

qué temas.” (Wolf, 2001:80).

A la luz de estas nociones podríamos describir las relaciones de poder que emergieron

y se hicieron concretas, y que posiblemente se cristalizaron en el tiempo debido a lo que

permitieron (hablamos del proceso de división). Cuando reconocemos los criterios de

posesión del espacio, las diferencias en la tenencia, las distinciones en los orígenes de los

linajes, etc. (todos los elementos de diferenciación), podemos comprenderlos aquí como las

condiciones sobre y por las cuales se reproducen las determinadas posiciones sociales, de

parentesco, de dirigencia y de autoridad. Los mayores, los dirigentes y los agricultores,

observaron durante la década de 1980 que la división solucionaría los problemas que los aquejaban 95 , asi lo comprendieron y describieron. Tomaron la decisión de titularizar sus

tenencias, una decisión que quienes tenían la facultad de hacerlo la tomaron, esto afectó a la

totalidad de la reducción. Unos participaron, escucharon, otros hablaron, otros no supieron

hasta que vieron a la comisión de división por las mañanas midiendo sus terruños, y otros

decidieron.

Numerosos conflictos se dieron luego de que la gente, que en su mayoría tenía una

posición más contemplativa pero interesada, observaron los resultados de la división, no

todos quedaron conformes como suelen decir los caillinche, pero solo algunos decidieron

reclamar. Los reclamos, recogidos por la Unidad Revisora del Servicio en la misma

reducción, se basan fundamentalmente en que la cantidad de hectáreas asignadas en algunos

casos no corresponde a lo que sus adjudicatarios comprendían como la totalidad de sus

superficies. En estos casos, quienes detentaban el poder de decidir si el reclamo era

fundamentado o no eran los técnicos de la Unidad mencionada, pues ellos, en virtud de relatos

relativos al origen de la tenencia, herencia u otros como juicios, determinaban una postura

basada en la investigación y las legislaciones que le era sugerida al Juez competente. Por otro

95 Estos problemas tienen relación con el libre pastoreo, los largos desplazamientos, las dificultades en la vigilancia de sus sementeras, litigios de deslindes, etc.

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