TTE270

Página | 159

sociales y comunidad en general, poniendo en conocimiento el componente arqueológico conocido

y registrado en las comunas.

Por otro lado, la aplicación de la “Carta Arqueológica con Categorías de Protección” dentro

de las instituciones de gobernanza local para la contemplación de esta, en temas de ordenamiento

territorial y se integre como herramienta en las políticas públicas que lo requirieran.

Además, apremia la aplicación de las tecnologías, en que mediante un estudio situado

territorialmente se propone un modelo innovador como el “Modelo de Permeabilidad del Espacio

de Temuco y Padre Las Casas”, para instaurar el criterio de presunta existencia del componente

arqueológico en el territorio, a partir de las características de potencialidad de un espacio de haber

sido ocupado en el pasado, en conjunto con la evidencia ya conocida, que nos permite tener

consideración especial en aquellos espacios.

Si bien existe una amplia normativa nacional e internacional ¿cómo podemos hacer más

efectiva la protección del patrimonio cultural? muchos abogarán en que debe haber más resguardo

o se debieran endurecer las penas, pero hay que dirigir los esfuerzos más allá y procurar entregar

un mensaje que pueda actuar preventivamente, es decir, desarrollar educación patrimonial que

promueva el desarrollo de la cultura y los derechos culturales de las personas. Debemos hacer el

ejercicio de autocrítica como sociedad e individuos, y replantearnos las formas de convivir con

aspectos intangibles que no han tenido la debida relevancia en los paradigmas imperantes en la

actualidad.

También, desde la institucionalidad, deberían afrontar los desafíos que implica retomar o

“hacerse cargo” de las faltas del pasado con respecto a la gestión patrimonial arqueológica y

Made with FlippingBook Ebook Creator